- Trabajo las emociones, pero con ayuda del reiki.
- Bueno...
- Me parece que eres bastante escéptico en estas cosas, ¿verdad?
- Sí, un poco.
- Pero funciona.
- Es lo que me temo.
- Pero, tú, a ver, ¿por qué no te fías?
- ¿Tú te has leído Las pasiones del alma, de Santo Tomás?
- No.
- ¡Pues por eso!.