Leyendo este libro me he quedado sin aliento. Cuando lo recupere, les contaré a ustedes mis impresiones. Hoy me limito a traducirles las primeras líneas:
"Es hora de irse a dormir. Arrodillado junto a la cama, la cabeza inclinada, las manos juntas, recito en voz baja mi plegaria. Tengo diez años. Tras un breve repaso de las faltas del día, le dirijo a Dios, nuestro Creador, un deseo. Él sabe que no me pierdo una misa, que comulgo, que Le amo por encima de todo. Le pido simplemente, le ruego que provoque la muerte de mi padre, si es posible en un accidente de coche. Un freno que falle en una cuesta abajo, una placa de hielo, un plátano. lo que a Él le parezca mejor."Dios mío, dejo en Tus manos la elección del accidente, pero haz que mi padre se mate."Mi madre llega para taparme y leerme un cuento. Me mira con ternura. Yo estoy sumido en mi piadoso fervor. Cierro los ojos y me digo a mí mismo:"Dios mío, te dejo, Mamá acaba de entrar en mi habitación"