29 de abril. Alicante. Callejeando. Creo que esta ciudad no ha sabido quererse. Y que los alicantinos lo saben y les duele.
Por supuesto hice una visita al magnífico museo arqueológico.
A pasar un rato con los íberos. Buena gente. Muy acogedora.
También tuve tiempo para visitar a viejas conocidas. Van cambiando con el tiempo. Se van haciendo más sofisticadas. Pero siguen formando parte de nuestras vidas.
Con Mucha me une la fracción checa. Algún día hablaré de ella. Me limitaré a decir que para mi en estos momentos la embajada de la República Checa está en Alicante.
Detalle de la embajadora.
El viernes pasado tocaba Mollerussa. Pero hicimos un viaje largo, con paradas en Cervera, Granyena de Segarra, Gramuntell, Verdú y Tàrrega.
Hoy domingo hemos ido a Err, en la Cerdaña francesa, a los pies del Puigmal. Tenía que llevarle un ejemplar de "El cielo Prometido" a Mariano Brufau. He vuelto a casa con mucha más información de la que había partido. Por ejemplo, con esta foto:
A la vuelta nos hemos parado en Berga.