Nos pide el Papa, y en esto ningún cristiano puede ponerle peros, que recemos por nuestros enemigos. Yo, tengo que reconocerlo, no estaba por la labor. Y seguiría sin estarlo si no hubiese encontrado la oración perfecta en el Essay on Coleridge de John Stuart Mill, que dice así:
"Señor, ilumina a nuestros enemigos. Agudiza su ingenio, concede agudeza a sus percepciones y coherencia y claridad a a sus facultades racionales: Estamos en peligro por su locura, no por su sabiduría; es su debilidad lo que nos da miedo, no su fuerza"
— John Stuart Mill, Essay on Coleridge