"Cada vez que leo este y otros discursos de nuestro Parlamento, que parecen una lección de historia mal aprendida, amasijo de especies de nombres retumbantes recogidas la noche anterior en cualquier libro, me lleno de asombro al ver cuán desatinada idea tenemos en España de la elocuencia parlamentaria, y al considerar la risa inextinguible que tales temas de retórica provocarían en un parlamento británico."
- Menéndez Pelayo