Estoy devorando este libro. He llegado a la página 359 de las 600 que tiene y ya estoy sufriendo porque se acaba. ¡Qué inmenso! Es algo así como la novela metafísica de la decadencia de Europa escrita desde el puesto de Consejero Nacional del Movimiento (por designación directa del Jefe del estado) del autor. Lo leo como si fuera la segunda parte del
Ensayo de Donoso. Erudición -mucha, mucha-, ironía -abundante y especiada-, mala uva -dosificada y certera-, buena prosa y un escenario nebuloso, en Sils Maria, en el que se congregan todos los fantasmas que parecían significar algo en los años setenta del siglo pasado europeo. El protagonista de todo este entramado hiperbólico, desmedido y absurdo pero, a mi modo de ver, sincero, es Herr Professor Gottlieb Erlöser Panaceo (el nombre ya lo dice todo), trasunto sintético de Heidegger y Kojève y autor de obras como
Lógica como dialéctica social de la existencia pura,
Metafísica material de la Nada absoluta,
Teoricea soteriológica del Hombre o
Del cuádruple principio de la insuficiencia de la razón.