No hay que darle muchas vueltas, sólo se trata de arrodillar la inteligencia ante un niño recién nacido y dejar que aparezca el "de repente" que sólo puede aparecer con la rodilla en el suelo.
La Natividad. Giotto, c. 1305-06
Dos curiosidades que quizás les interesen.
1) En Lucas leemos que María tuvo que depositar al niño recién nacido en el pesebre de los animales porque no había sitio para ellos en la "katályma.” Esta palabra se suele traducir por "piso de arriba", pensando en un albergue o una posada. Los británicos la traducen por “inn”. Sea como sea, Lucas la utiliza una vez más, y sólo una: Jesús, la víspera de su muerte pregunta por la "katályma" donde comerá el cordero pascual con sus discípulos. Ahora sí tiene sitio. De hecho parece que lo ha reservado.
2) Lucas utiliza también dos veces, y sólo dos, el adverbio griego "exaiphnês" (de repente, de pronto, súbitamente). La primera, cuando el ángel se presenta a los pastores. La segunda, cuando Pablo, camino de Damasco, cae del caballo cegado por una luz inesperada.