Escribe Markus Gabriel en Por qué el mundo no existe: "Los filósofos (...) desconfían de juicios arraigados, e incluso de las sabias afirmaciones de los expertos. Los filósofos no creen en principio en nada, siguiendo el ejemplo de uno de sus grandes héroes, Sócrates, quien en su famoso alegato ante un tribunal de Atenas declaró: 'Sólo sé que no sé nada'".
Lo divertido el caso es que Sócrates nunca dijo esto, aunque no deje de decirse que lo dijo.