En la historia de la literatura infantil española hay un librito que, por las singulares circunstancias en que fue escrito, merece un capítulo aparte. Se titula
¡Miau! Historia del gatito Misceláneo. Lo escribió Joaquín Maurín, el dirigente del POUM, en la cárcel de Jaca donde estaba detenido, pero aún no había sido identificado como quien realmente era.
Un día los presos descubrieron que un gatito se había colado en la prisión de la que ellos tanto desearían salir, y se había quedado a vivir con ellos. Inmediatamente se ganó el cariño de todos. Comenzaron a llamarlo Misceláneo, pero él sólo obedecía a una persona:
"Los demás presos le llamaban ¡Misceláneo! ¡Misceláneo!, pero Misceláneo no hacía caso. Pero si era yo quien decía ¡Misceláneo! venía a mí, se dejaba acariciar y se ponía a ronronear. Por la noche, cuando estábamos acostados, saltaba por encima de los demás hasta que me encontraba a mí...".
Maurín decidió escribir la biografía del gato y dedicársela a su hijo Mario, a quien no sabía si alguna vez volvería a ver.
"Escribí la biografía. la ilustró Julio Sánchez, pintor de brocha gorda; fue puesta a máquina y encuadernada. Título:
¡Miau! Historia del gatito Misceláneo."