Confesión de Prometeo:
“movido quizá de aquella
razón de dudar…
me di a la especulación
de causas y efectos…
Este anhelo de saber,
que es el que al hombre le ilustra
más que otro alguno (…)
me movió en joven edad
a dejar la patria en busca
de maestros (…).
La lógica natural
que estaba en mi alma infusa,
sin saber della, ilustrada
de la clara lumbre pura
de la enseñanza, me abrió
sendas, que hasta allí confusas
pisaba, bien como ciego,
que anda tropezando a oscuras.”
- Calderón, La estatua de Prometeo: