“Llenarse ha el mundo de verdades y después buscarán quien le habite: digoos que se vendrá a despoblar. (…). No habrá quien viva, ni el caballero, ni el oficial, ni el mercader, ni el amo, ni el criado: en diciendo verdad, nadie podrá vivir (…). Bien pueden cerrar los palacios y alquilar los alcázares; no quedarán cortes ni cortijos. Con tantica verdad hay hombre que se ahíta, y no es posible digerirla: ¿qué hará con un hartazgo de verdades?”
Baltasar Gracián, El Criticón