Tesis de Doug Lemov: El objetivo de la escuela es diseñar el puente más corto posible entre A (la falta de conocimiento) y B (el conocimiento duradero). De acuerdo con esta premisa, el primer criterio para evaluar la calidad de una escuela sería la dimensión del puente que ofrece a los alumnos.
Ahora bien, si la rapidez es importante, entonces también lo es uno de sus recursos imprescindibles, la instrucción directa.
Pero los críticos de la instrucción directa alegan que fomenta la pasividad del alumno, como si fuera inevitablemente un monólogo aburrido del profesor o como si en ella la imaginación o la capacidad crítica del alumno estuviesen anuladas. Si fuera así, también lo estaría durante la visión de una película o la lectura de una novela, que son dos buenos ejemplos de instrucción directa.
Doug Lemov va más allá y defiende que todo maestro efectivo recurre, de una u otra forma, a la instrucción directa.