“Antiguamente no había figuras de letras con que escribir, y para cumplir esta necesidad de entenderse los hombres en ausencia, usaban pintar una culebra deleznable para designar el tiempo, y por la envidia una serpiente, y por escribir el rey pintaban una abeja haciendo miel en la colmena.”
- Cristóbal de Villalón, El Scholástico (uno de los libros que me llevaría a una isla desierta).