Efectivamente, este es un test para la reflexión pedagógica. Les aconsejo su lectura pausada:
1. ¿Cómo es que el discurso pedagógico es capaz de soportar tantas toneladas de bullshit sin enrojecerse?
2. ¿Por qué el narcisismo pedagógico tiene que alimentarse de este maniqueísmo tan zafio?
3. ¿Qué motivos hay para oponer la repetición a la investigación, la disciplina a la libertad, la competición a la cooperación, las respuestas a las preguntas, la normalización a la diversificación?
4. ¿Hay búsquedas sin estudio y experimentación sin examen? ¿Está la responsabilidad reñida con el reconocimiento de la jerarquía? ¿Cuando se trabaja en equipo no importa el producto final? ¿Las respuestas honestas no abren más preguntas?
5. ¿El humanismo no era una competencia del Renacimiento?