I Ayer por la tarde se estrenó oficialmente la temporada de las esplendorosas puestas de sol en la playa de Ocata. Lo sé porque yo estaba allí tomando nota de las metamorfosis del cielo sobre Collserola. Ravel es testigo. Justo cuando comenzó el espectáculo, se puso a susurrarme por los auriculares la Alborada del gracioso. Total, tu atardecer no es más que un amanecer para otro.
IIAmiel está hoy demasiado olvidado, pero su Diario Íntimo nunca decepciona. Ayer por la noche me sorprendió diciéndome esto: "Esta noche he experimentado un vacío al entrar en mí mismo".
IIILos días se me hacen cortos. Con 24 horas no tengo suficiente. ¡Quiero hacer tantas cosas! ¡Hay tanto que escuchar, que leer, que escribir, que viajar, que ver crecer y menguar! Con frecuencia al entrar en mí mismo siento un ajetreo, como de casa en traslado. He desmontado la casa vieja, la he empaquetado y he traído todo a la casa nueva, pero no puedo colocar cada cosa en su sitio porque no paran de llegar nuevos paquetes. Estoy permanentemente de mudanza.