Ando atareado intentando preparar una conferencia que debo dar el día 15 en el Club Tocqueville. Me apetece, sin duda, pero el reto exige rigor. Y en eso estoy, intentando rigorizar (debería existir el diccionario de las palabras que deberían excistir) mis convicciones.
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Esta mañana me he encontrado entre las páginas de un libro de Juan Marichal,
El secreto de España, con estas palabras: “Raymond Aron recordaba un pensamiento común a Nietzsche y a Paul Valéry: “Para las comunidades humanas como para los individuos, el olvido no es menos esencial que la memoria”.
Pienso en el deber de recordar que debemos olvidar. Más aún: en el deber que tengo de recordar que Marichal recuerda lo que recordaba Aron que recordaban Valéry y Nietzsche.