I
Hay días cortos, días largos y días, como el de hoy, interminables. Pero gozosamente interminables.
II
He comenzado llevando a mi nieto G. al cole. Por el camino me ha contado que ha pedido tres libros a Amazon y que seguramente se los entregarán hoy. Hemos hablado de la lectura y nos hemos puesto superelitistas. Después me he acercado al Ayuntamiento a presentar la instancia que no tocaba en el lugar que no correspondía. Parece que tengo que hacer una instancia electrónica, pero por ahí no paso. Más de una conferencia he dejado sin cobrar por no hacer la dichosa factura electrónica. Ahora, cuando me invitan de una institución oficial, siempre digo que iré... excepto en el caso de que me pidan una factura electrónica.
III
He estado en casa un buen rato organizando papeles y a eso de las 11:00 he bajado a la plaza de Ocata. Escritura lenta, cerveza helada y un sol que era una delicia. Pura terapia existencial. Me han llamado del lugar donde me harán la resonancia en la rodilla derecha, porque tenían un hueco libre. ¿Podría presentarme a las 15:45?
IV
Mi otro nieto, B., venía hoy a comer a casa y le he preparado, claro está, lo que le gusta. Como estoy de Rodríguez, le permito que no coma postre.
V
Las personas amables y eficientes son un regalo del cielo. Ellas no lo saben, pero llevan sobre sus hombros toda la jovial serenidad de este mundo.
VI
A las 17:10 me he subido al tren en dirección a Barcelona. A las 18:00, encuentro con Francisco para hablar de los próximos libros de Rosamerón. Después, charla en el jardín del Ateneo y presentación de la biografía de Platón. Para mi sorpresa, se ha llenado el local. Había incluso gente de pie. Platón, mola.
VII
En el Ateneo me he encontrado con personas muy queridas a las que no veía hace tiempo. Pepa, por ejemplo, que estaba espléndida, luminosa, rejuvenecida. Fabricio Caivano, a quien tantísimo admiro, etc.
VIII
He llegado a casa cerca de las 21:00 y me he encontrado con que mi nieto B. se quedaba a cenar y a dormir. Así que he hecho una olímpica tortilla de patatas. Hemos cenado, hemos hablado de las partes del ojo y, a las 10:00 nos hemos metido en la cama, donde escribo esto.
IX
Tengo aquí, en la mesilla, un libro y medio que me ha traído hoy mi diligentísima cartera.
El libro es Casi, de Jorge Bustos. Con Jorge tengo una ya larga relación de cariño, más que de amistad. Me alegro de sus triunfos profesionales como si fueran míos y celebro lo que publica como si le lo hubiera editado yo.
El medio libro recoge la lección inaugural del curso 2023-2024 que pronuncié en el IREL (Institut de Recerca i Estudis Religiosos de Lleida), hace ya algunos meses.