¿En qué consiste el verdadero anhelo del ser humano? ¿En el prestigio, el poder, la riqueza? En realidad prestigio, poder y riqueza son sustitutos que pretenden ocupar su lugar cuando el ser humano, por debilidad, miedo o ambas cosas, es incapaz de lograrlo. Lo que solemos llamar "realidad" es el resultado de la renuncia a ese anhelo. Pero él insiste. Escuchemos en qué consiste verdaderamente:
"El hombre se realiza como tal, alcanza su finalidad, su telos en la medida misma en que se autotrasciende. Su amor al devenir -que es en rigor autotrascendencia- lleva al hombre verdadero a preparar y querer su propio ocaso, condición de la creación. Para poder crear, es decir, para producir un ser que trasciende la propia individualidad, para dar vida a un ser diferenciado de Uno Mismo (y eso es crear, engendrar), es preciso diferenciarse de sí mismo, desbordar el propio límite alcanzado , saltar "por encima de la propia cabeza", condición todo ello de poíesis en sentido genérico. Todo lo cual comporta riesgo: riesgo de "dispersarse y perderse", riesgo de perecer y de morir. Pero puede afirmarse que en ese movimiento de autotrascendencia alcanza su realización, su verdadera fruición, eros, el verdadero anhelo humano. Anhelo que no tiene por finalidad la unión con la Belleza sino la generación o el parto en ella, como ya supo ver Platón en su extraordinaria concepción del amor".
Eugenio Trías. Filosofía del futuro.