"Lo real no nos basta. Nos sostiene, nos impulsa, nos limita, nos da alas, pero no nos basta. La inteligencia inventa sin parar posibilidades reales, que no son fantasías, sino ampliaciones que la realidad admite cuando la integramos en nuestros proyectos. El mar, gran obstáculo, puede convertirse en medio de comunicación. Y el ligero aire puede soportar nuestro peso y nosotros volar. El agua del río puede convertirse en luz y la imponente montaña en catedral. La realidad entera queda en suspenso esperando que el ser humano acabe de darle luz.
¿Entonces las cosas no son lo que son? Según y cómo. Son lo que son y lo que pueden ser. ¿Y el hombre? Lo mismo. Somos nuestras propiedades reales y el impredecible despliegue de nuestras posibilidades. Híbridos de realidad y posibilidad, somos ciudadanos compartidos de la realidad y el deseo”.
J.A. Marina, Ética para náufragos.