Las fiestas, con su repetición insistente, con su regreso constante, no dejan de recordarnos que no solo hay un calendario, sino dos, y que tampoco hay un solo tiempo, pasajero y fugaz, sino otro más que vuelve y regresa, y que nosotros andamos entremedias, con un pie el lo móvil de los días y otro en la eternidad insistente de los acontecimientos que retornan, como las fiestas.
Feliz Navidad.