Ya quisiera yo un acuerdo con la UNESCO para que también se garantizase en “condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales” la enseñanza de la Ética y la Filosofía. U otro con la Unión Europea, para que se garantizase, en los mismos términos – y tal como recomienda el Consejo de Europa – la Educación para la Ciudadanía. Pero claro, ¿cómo vamos a comparar la autoridad civil de la UE con la sagrada potestad de la Santa Sede? De hecho, la materia de Educación para la Ciudadanía solo se imparte durante un curso y una sola hora semanal. Así, si la formación en un sistema moral particular (el católico) se ofrece obligatoriamente durante once cursos, la educación en los valores que hemos de conocer y respetar todos los ciudadanos es, en la práctica, inexistente... De esto trata nuestra última colaboración en El Periódico Extremadura.
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