La publicidad de Benetton siempre ha sido una de las que más polémicas han suscitado a su alrededor. Las imágenes de un enfermo de SIDA agonizando en su cama dieron la vuelta al mundo y llamaron al boicot a la marca en los años 90. Unos han acusado a Benetton de oportunismo y otros la han alabado por su actitud de denuncia a la marginación, la enfermedad, el racismo, la guerra. Yo pertenezco al primero de estos dos grupos, nunca he creído que detrás de sus anuncios hubiese algún afán altruista de lucha por la justicia social. Cierto es que, pese a pensar que su fin último era el enriquecimiento y no la denuncia , su estética siempre me gustó, no en vano Oliviero Toscani ha estado siempre al frente de todas sus campañas desde hace años y su valía como fotógrafo es indudable.
Pienso que la publicidad es casi siempre transgresora para poder cumplir su cometido: llamar la atención, en principio sobre sí, y posteriormente y en consecuencia sobre el producto. Casos abundantes de este tipo de publicidad hemos visto en este blog. En el mundo de la publicidad es considerada buena publicidad la que vende (que cumple su función) y mala, la publicidad que no vende. En este sentido podemos decir que la publicidad de Benetton es buena, es decir, vende, pero no vayamos a buscar en ella algo más, porque no lo hay.
Algunos publicistas utilizan valores como el sexo, el poder, el lujo… Benetton utiliza la solidaridad, el antibelicismo, el apoyo a las minorías marginadas.... Pero no nos confundamos con ello, Benetton utiliza estos valores como reclamo para sus ventas y no para aplicarla en sus actuaciones. Me explico, los valores, la ética, se plasman en el mundo de las acciones y no en el de las imágenes. Es solidario quien se comporta con solidaridad y no quien utiliza una imagen ,que nos puede parecer más o menos solidaria, para conseguir otro fin, en este caso, económico.
Por si a alguien le queda alguna duda sobre el tema fijémonos en lo que hace este gran imperio en la Patagonia donde se ha quedado con las tierras de los mapuches (tiene en su poder 900.000 hectáreas entre las provincias de Neuquén, Rio Negro, Santa Cruz y Chubut; un territorio similar en extensión a la provincia del Chaco; cuarenta veces más que la Capital Federal). Encontrarás información sobre este tema en Argentina Indimedia en un excelente repotaje titulado “Benettón, el nuevo rey de la Patagonia” o en la web de los indios mapuches, de todas formas a continuación reproduzco un artículo publicado en EL MUNDO sobre este caso.
Los indígenas mapuches, contra BenettonLos hermanos Benetton poseen 900.000 hectáreas de tierras en la Patagonia
BUENOS AIRES.- Un grupo de mapuches, que en febrero regresó a un territorio que disputa con Luciano Benetton en la provincia argentina de Chubut, ha tildado de "torturador" al magnate italiano porque impide a los indígenas hacer fuego en un sitio donde la temperatura oscila entre los seis y ochos grados bajo cero.
"Hay tres juicios y contra-juicios. Como la justicia dictaminó que no es delito que la comunidad esté en ese lugar, ahora quieren impedir que hagan fuego para tener calor y hacer la comida", ha declarado en rueda de prensa el abogado que representa a los mapuches, Fernando Kosovsky.
Rosa Nahuelquir, una de las mujeres de la comunidad, desafió a Benetton a permanecer en el lugar "una noche a ver si aguanta" con semejantes temperaturas. El predio en cuestión se llama Santa Rosa y está ocupado por seis familias mapuches, con niños y ancianos.
Recursos judiciales.Los mapuches se quejaron también de los jueces al destacar que "desconocen" las leyes argentinas y "hacen lugar" en "tiempos récord" a los recursos judiciales que presentan los abogados de la Compañía Tierras del Sur, nombre de la empresa de Benetton en Argentina.
En ese sentido, la comunidad mapuche tiene hasta el próximo lunes para responder a una medida cautelar presentada por la firma textil italiana, aceptada por un juez, que ordena a los indígenas "hacer fuego fuera de los límites" de la tierra en disputa.
El conflicto entre la empresa italiana y la comunidad indígena comenzó en el 2002, cuando la familia mapuche de Rosa Nahuelquir y su marido, Atilio Curiñanco, fue expulsada de un terreno de 250 hectáreas de tierra en Chubut.
Los hermanos Benetton, Carlo y Luciano, tienen unas 900.000 hectáreas de tierras en la Patagonia, lo que los convierte en los mayores terratenientes de Argentina
Entrada publicada en ¡Ojú, con la publicidad!
Si queréis ver más imágenes publicitarias de Benetton aquí tenéis un álbum.
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