Los animales eusociales necesitamos unos de otros continuamente para poder soportar la selección natural. Por lo tanto, el altruismo, la división del trabajo y la cooperación son básicos en la adaptación de las especies que subimos al umbral del incremento de sociabilidad. Los humanos lo hemos hecho exponencialmente a través de la tecnología socializada.
Miles de especies de insectos, aves y mamíferos que viven en el planeta tierra tienen comportamiento eusocial. De este modo aumentan su sociabilidad y con ello se favorece la creación de nuevas colonias, así como la ampliación de las bandas en los territorios, y prosperar. Por lo tanto, vertebrados e invertebrados tienen esta propiedad en su génesis adaptativa, desde hace decenas de millones de años, centenares, y otros, como lo humanos, algunos millones.
Eudald Carbonell, Evolución y sociabilidad (síntesis y 10), Sapiens, 09/05/2013 [www.elmundo.es]