Con la independencia convertida en el principal proyecto político en escena y con la izquierda incapaz de presentar un programa económico y social alternativo, el eje político de la Cataluña postautonómica, se desplaza al Sí/No a la independencia, en un panorama indudablemente incierto, en el que a menudo el proceso soberanista se ha presentado a la ciudadanía de un modo irresponsable como algo fácil y de costos limitados, lo cual puede redundar en desmovilización, por un lado, y frustración, por otro. En este escenario, el PSC sigue desubicado en tierra de nadie y CiU muestra sus limitaciones porque su cultura original está en otra época. Solo cuando la Cataluña postautonómica tome forma institucional se podrá volver a la normalidad del eje derecha/izquierda, en la que probablemente ni CiU —que habrá mutado hacia otra u otras formas políticas— ni el PSC —camino de la gropusculización— tendrán el papel que tuvieron en el pasado.
Josep Ramoneda, La Catalunya postautonómica, El País, 25/06/2013
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