Con la implantación industrial la educación se generaliza y cambia la estrategia de la especie en este ámbito. La educación no solamente se caracteriza por ser el método que permite explicar el comportamiento y la cultura de los grupos humanos, sino que se basa estructuralmente en la preparación teórica y en el conocimiento técnico y científico del que dispone la humanidad.
El cambio de la producción artesana a la manufactura y a la sistematización de la producción industrial destruye la parsimonia evolutiva que había caracterizado el periodo posterior a la revolución neolítica. Es obvio que acontece una revolución en los comportamientos humanos y, como consecuencia, una transformación en las relaciones sociales humanas con tanta intensidad como nunca antes se había producido. La consecuencia de este proceso es la aceleración de la historia de la humanidad.
La lucha de los humanos alineados en clases sociales conlleva una pugna ideológica que desarrolla una dinámica encaminada a la búsqueda de una verdadera identidad de especie. Así se construye un camino hacia la conciencia crítica de especie. La educación se homogeniza, pero solamente las élites sacan beneficio de la preparación intelectual y técnica, mientras que las mayorías sociales trabajadoras no llegaran al nivel de aprendizaje intelectual hasta la democratización del sistema; solamente lo hacen una vez el capitalismo ha avanzado y emergen las clases medias.
Estamos ante una revolución, que se consigue gracias a un combate ideológico que rompe con la selección natural y establece nuevas formas de relación, más horizontales, en una humanidad que aún no ha alcanzado la conciencia de especie, pero si la de clase. Entender la diferencia entre la conciencia de clase y la conciencia de especie es enormemente importante, pues forman parte de una misma dialéctica y deben entenderse como complementariedad temporal y evolutiva.
Desde que tenemos conocimiento de la historia, la educación siempre tiene la clave del progreso social económico e intelectual de las comunidades, no solo en el comportamiento sino también en la cultura. Como consecuencia, podríamos establecer que se trata de una regla general, una ley que controla y dirige la evolución de la humanidad.
La educación en la formación social capitalista se prepara para la reproducción del sistema. Como ocurre con anterioridad, posiblemente sea la única de las cuestiones que no cambian en los procesos de estructuración social. Pero es importante conocer cuáles son las características de la educación clasista de la revolución industrial y el capitalismo.
Eudald Carbonell, Evolución y educación (4), Sapiens, 31/10/2013