Erwin Schrödinger |
La ciencia de nuestra época, a través de una de sus disciplinas más relevantes obliga a dudar de que ciertas determinaciones que creíamos rasgos esenciales de la naturaleza lo sean efectivamente. En razón de ello fijamos como uno de los objetivos de esta reflexión metafísica el hurgar de nuevo en el concepto mismo de naturaleza, el cual vierte aproximadamente el término griego physis y tiene en todo caso ancestro en el mismo. La physis no es un término unívoco en su utilización por los pensadores griegos, pero en todo caso queda fijado en el tratamiento del término por Aristóteles.
Primera etapa es pues sintetizar lo que se nos dice en relación a la physis en los libros de Aristóteles que hablan del movimiento, las fuerzas, los animales y las plantas, empezando por el conjunto que recibe el título de Física. Esta etapa ya ha sido abordada parcialmente aunque haya que volver sobre ella casi con continuidad, a fin de recordar en cada momento qué se debate.
Segunda etapa será mostrar que esta determinación aristotélica de la physis ha marcado radicalmente las concepciones posteriores de lo que designamos por naturaleza, regidas todas ellas por la fidelidad a un conjunto de principios entrelazados considerados como universales ontológicos y epistemológicos (algunos de ellos sólo reflexionados explícitamente más tarde, pero de los cuales hay al menos presencia embrionaria en Aristóteles). Aspecto relevante de esta segunda etapa será intentar poner de relieve que las enormes implicaciones que para la concepción de la naturaleza supone las sucesivas revoluciones en física no afectan a este núcleo esencial, perdurando la común obediencia a los principios, sin que la física relativista constituya una excepción.
Tercera etapa será mostrar que la concepción de la naturaleza que surge de los postulados cuánticos sí supone una radical inflexión, dado que estos postulados entran en conflicto con una parte de los aludidos principios, empezando por el principio de realismo, sólo recuperable al precio de una importante suelta de lastre, que lo hace irreconocible para un aristotélico, mas también para un defensor de la ontología y la teoría de conocimiento de un Einstein.
Cuarta y última etapa será remontarse a las concepciones presocráticas de la physis para intentar encontrar en las mismas algún atisbo de una concepción de la naturaleza no regida por el cúmulo de principios rectores. En esta vía de retorno a los presocráticos se da entre otros el precedente ilustre del Erwin Schrödinger del libro que lleva el título de La naturaleza y los griegos, aunque la perspectiva del gran físico sea diferente: más que extraer de los textos presocráticos aspectos de la visión de la physis que dificultarían su categorización en la visión ortodoxa, Schrödinger señalaba más bien en los mismos la progresiva formación de la concepción de la naturaleza que llegará a ser convencional (al menos en Occidente); concepción marcada, según Schrödinger, por la doble convicción según la cual 1) la naturaleza es cognoscible y 2) el conocimiento es neutro en relación a la realidad conocida. El hecho sin embargo de que se hable de formación de esta concepción de la naturaleza significa ya que se apunta a otra que sería de alguna manera primigenia.
Víctor Gómez Pin, Asuntos metafísicos 27, El Boomeran(g), 10/12/2013