La raíz de "originalidad" se remonta a una palabra griega, poiesis, que Platón y otros utilizaron con el significado de "algo donde antes no había nada". La originalidad marca una época; denota la súbita aparición de algo donde antes no había nada, porque algo adviene súbitamente a la existencia, despierta en nosotros emociones de asombro y veneración. En el Renacimiento, la aparición súbita de algo se relacionaba con el arte -el genio, si se quiere- de un individuo.
Sin duda nos equivocaríamos si imagináramos que los artesanos medievales se resistían por completo a la innovación, pero su trabajo artesanal cambiaba lentamente y como resultado del esfuerzo colectivo. (pàgs. 91-92)
Richard Sennet, El artesano, Anagrama, Barna, segunda edición 2010