La física, tal como la entendemos, es ante todo el resultado de un conocimiento de la naturaleza que se va progresivamente actualizando, pero
Erwin Schrödinger sabe que nuestra relación con ésta no tiene porque venir determinada por un enfoque cognoscitivo. De hecho tal enfoque presusupone un postulado que está muy lejos de constituir una obviedad, a saber, precisamente, que
la naturaleza es cognoscible. Como ya he señalado aquí mismo, cabe perfectamente concebir una gran civilización que no se halle sustentada en este postulado, una civilización para la cual el fondo de la naturaleza sea algo reverenciable, sagrado, temible o protector, y ello precisamente por intrínsecamente ignoto. De ahí que
Erwin Schrödinger llegue a sostener una tesis ya por otros esbozada pero que él asume con gran radicalidad, a saber: que la asunción del postulado relativo al carácter cognoscible del orden natural constituye una singularidad, un rasgo definitorio de la civilización griega y por mejor decir de la Jonia que constituye una de sus matrices.
En este primer postulado tendríamos la primera razón para retornar al periodo álgido del pensamiento de los
Tales de Mileto (585 a. C. aproximadamente),
Anaximandro (hacia 565), Anaxímenes (545)... Entre estos pensadores, que desde luego pueden ser considerados tanto los primeros científicos racionalistas como los primeros filósofos, se fragua no sólo la idea de que la naturaleza es susceptible de ser comprendida, sino también la más singular todavía de que tal comprensión es neutra, es decir: el
conocimiento en sí no perturba aquello sobre lo que se vuelca.Nótese
que este hecho
de que la persona comprenda sin perturbar lo comprendido, sin involucrarse en ello, es la primera condición de que quepa hablar de conocimiento
objetivo. Pues si en el acto de conocer el sujeto introdujera una perturbación en lo conocido, perdería nitidez la diferencia misma entre sujeto y objeto. Tenemos aquí el origen mismo de una polaridad tan arraigada que ni siquiera (en nuestro ordinario discurrir) la reflexionamos. Si los pensadores griegos pudieran ser catalogados exclusivamente por la asunción consciente o implícita de los dos postulados... habría que considerarlos más bien como primeros científicos que como primeros flósofos. Y desde luego tal cosa hacen muchos de lso que a ellos se acercan. En un libro de 2013 que lleva el significativo título de
Anaximandro de Mileto o el nacimiento del pensamiento científico, el ilustre físico
Carlo Rovelli (a quien se debe la llamada "interpretación relacional" de la mecánica cuántica) considera a
Anaximandro como el primer científico en el sentido que tal palabra tiene para nosotros.
Rovelli ve en
Anaximandro "
un gigante del pensamiento, cuyas ideas suponen una revolución mayor: se trata del hombre que ha dado nacimiento a lo que los griegos han llamado 'investigación de la naturaleza', poniendo las bases, incluso literarias, de toda la tradición científica ulterior".
Abre sobre el mundo natural una perspectiva racional: por primera vez el mundo de las cosas es percibido como directamente accesible al pensamiento" Habrá ocasión de volver sobre esta tesis, pero avanzaré desde ahora los principales argumentos esgrimidos por
Rovelli.
Anaximandro sería el primero en considerar la evolución de los seres vivos; el primero en interpretar la necesidad natural como un orden que desarrolla los acontecimientos en el tiempo; el primero en avanzar conceptos abstractos que permiten postular entidades no perceptibles y que estarían detrás de los fenómenos.
Anaximandro sería asimismo el primero en introducir el espíritu crítico que permite manifestar el desacuerdo con doctrinas establecidas, aunque éstas se encuentren sustentadas en la palabra sacerdotal o en la de un respetado maestro. Fiel a este espíritu
Anaximandro habría revolucionado la cosmología heredada, basada en la estructuración del espacio en un
alto y un
bajo absolutos. Este cuestionamiento de lo heredado supondría la aportación mayor del pensamiento griego a lo que vendría a ser el pensamiento científico: aun en el respeto de los dioses, la religión deja de ser la referencia a la hora de explicar, de salvar los fenómenos; aun en el respeto de quien enseñó a pensar, la exigencia fundamental es hacerlo con voz propia.
Vemos que la tesis de
Rovelli focaliza en
Anaximandro la afirmación de
Schrödinger según la cual en Jonia se habría introducido la idea de que el mundo es transparente a la razón. Y sigo manteniendo la pregunta: además de hacer de
Anaximandro el primer científico (dejemos toda discusión sobre si habría que considerar como tal ya a
Tales) Mas la pregunta persiste:¿en qué todo esto hace de
Anaximandro el primer filósofo?
Vuelvo sin embargo a
Schrödinger, para quien parece no haber duda de que aquí está ya la filosofía, además de que esté desde luego la ciencia. Escribiendo al respecto con radicalidad: "
La filosofía de los antiguos griegos nos atrae hoy porque nunca antes o desde entonces, en ningún lugar del mundo, se ha establecido nada parecido a su altamente avanzado y articulado sistema de conocimiento y observación sin la fatídica división que nos ha estorbado durante siglos y que ha llegado a hacerse insufrible en nuestros días." (o. c. p.29).
Víctor Gómez Pin,
Asuntos metafísicos 78, El Boomeran(g), 25/12/2014