Abrimos una serie de anotaciones en las que presentaré los conceptos de reduccionismo y emergentismo para, más adelante, aplicarlos a diferentes aspectos de los sistemas biológicos. Por último discutiré las implicaciones que a los efectos de la alternativa reducción-emergencia tiene la visión que se tiene del proceso evolutivo y más en concreto, cuál se considera que es la unidad de selección, esto es, sobre qué nivel de organización o sistema biológico actúan las presiones selectivas.
La
Enciclopedia Oxford de Filosofía (Honderich, 2005) dedica al
reduccionismo una entrada cuyo autor es
Michael Ruse. De modo similar a como figura en la Wikipedia (en inglés), introduce lo que él denomina una división tripartita. O sea, establece una distinción entre tres modalidades de reduccionismo, el ontológico, el metodológico y el teórico o relativo a las teorías.
El reduccionismo ontológico se refiere a la creencia de que la realidad es reducible a un número mínimo de entidades o componentes básicas. Dado que normalmente esas entidades básicas son de carácter material, el reduccionismo ontológico es equivalente a una forma de monismo materialista o fisicalismo, pues niega la existencia de nada que no tenga ese carácter material. La realidad estaría formada –de acuerdo con esa creencia- única y exclusivamente por entidades de naturaleza material. Al negar la existencia de fuerzas ocultas o de entidades de carácter inmaterial, como espíritus o fuerzas vitales, el reduccionismo ontológico se opone a cualquier forma de dualismo. Por lo tanto, esta forma de reduccionismo se opone al vitalismo, la doctrina filosófica que defiende la creencia de que los seres vivos están formados por una parte material y otra inmaterial, el espíritu vital (
l’élan vital de
Bergson) , o lo que es lo mismo y en lo que a la naturaleza humana se refiere, por cuerpo y alma (o cosa similar).
El reduccionismo metodológico defiende que en ciencia la mejor estrategia consiste en la búsqueda de las explicaciones en términos de las entidades constituyentes básicas de los objetos o procesos objeto de estudio. También puede formularse como el intento de caracterizar los procesos que se estudian en cada nivel de organización a partir de los mecanismos de los procesos subyacentes, o sea, de los correspondientes a los niveles de organización inferiores. Como su propio nombre indica, esa forma de reduccionismo se refiere al método, a la forma de obtener el conocimiento necesario para la comprensión de los fenómenos objeto de estudio.
El reduccionismo de las teorías es el proceso en virtud del cuál una o unas teorías (o leyes) es (o son) subsumidas en otra de carácter más general o de poder explicativo más amplio. Un ejemplo de esta modalidad de reduccionismo es el de la asimilación de las leyes de
Kepler del movimiento de los planetas y las teorías de
Galileo acerca del movimiento de los cuerpos por las leyes de
Newton, la de la gravitación universal y las tres leyes de la dinámica o del movimiento.
Antonio Diéguez (2012), tratando del reduccionismo en Biología, también señala la existencia de tres formas de reduccionismo: ontológico, metodológico y teórico. Define el reduccionismo ontológico en términos similares a los expuestos por M. Ruse. El reduccionismo metodológico lo trata muy de pasada. Y al reduccionismo teórico (equivalente al reduccionismo de las teorías, según M. Ruse) lo denomina también epistemológico. En virtud de esta modalidad de reduccionismo, las explicaciones de los fenómenos biológicos pueden y deben realizarse siempre acudiendo a factores explicativos pertenecientes a niveles más básicos. Por lo tanto, la reducción de unas teorías o leyes a otras equivaldría conceptualmente a la reducción de cualquier tipo de explicación de los fenómenos objeto de estudio a las explicaciones de los fenómenos correspondientes a niveles inferiores.
En relación con éste tipo de reduccionismo (de las teorías o epistemológico), me interesa traer aquí el planteamiento del físico
Phil W Anderson, por la gran influencia que ha ejercido, al menos entre científicos, en este tema.
Anderson (1972) sostiene que la capacidad para reducirlo todo a leyes fundamentales simples no implica la de reconstruir el Universo partiendo de esas leyes. La razón de esa incapacidad es que la posibilidad de reconstruir el Universo se quiebra cuando se enfrentan dos dificultades, una de escala y otra de complejidad. La primera obedece al hecho de que los cambios de escala conllevan cambios en las propiedades que no son siempre predecibles. Y la segunda dificultad se refiere al hecho de que cuando crece la complejidad aparecen propiedades totalmente nuevas, a las que solemos llamar propiedades emergentes. Siguiendo la argumentación de Anderson, la psicología no es neurociencia aplicada, la neurociencia no es biología molecular aplicada, ni la biología molecular, química aplicada. El todo no es -según su expresión- sólo más que la suma de sus partes, sino, ante todo, muy diferente de aquéllas.
Juan Ignacio Pérez,
Reduccionismo vs emergencia (I): El reduccionismo, Cuaderno de Cultura Científica, 19/01/2015
ReferenciasP. W. Anderson (1972): More is Different: Broken Simmetry and the Nature of the Hierarchial Structure of Science. Science 177, 4047: 393-396.
A. Diéguez (2012): La vida bajo escrutinio. Una introducción a la filosofía de la Biología. Biblioteca Buridán, Barcelona
T. Honderich (2008): Enciclopedia Oxford de Filosofía (2ª edición). Tecnos, Madrid.
Wikipedia:
Reductionism