La decimonovena sección de la serie “Para todos la filosofía”, en
Para todos la 2, ha sido “La dialéctica” (retransmitida el 10/06/2015). El vídeo se puede ver
aquí.
De un buen orador podemos decir que practica una buena dialéctica. Pensamos que la dialéctica es un método correcto para hablar y razonar.
Pero también hay quien ha utilizado la expresión “la dialéctica de las armas”, como si las armas sirvieran para resolver problemas mediante la intervención violenta.
¿Cómo es posible que la técnica de la dialéctica sirva para razonar y para su contrario?
Originariamente “dialéctica” significa a través del logos, es decir, del razonamiento. Tiene la misma raíz que “diálogo”.
Platón la considera un método de pensamiento, de manera que es posible identificar filosofía y dialéctica.
El método dialéctico ha podido ser resumido como una forma de razonar que pasa por tres fases. Se parte de una afirmación o una tesis, se formula a continuación una crítica a esa tesis, es decir una antítesis. Y finalmente, fruto del encuentro entre la tesis y la antítesis, se llega a una síntesis (que a su vez será una afirmación o tesis que podrá ser discutida). Cuando ante una cuestión de debate enfrentamos dos posiciones y las ponemos a dialogar, estamos buscando una solución dialéctica, que incorpore los elementos de la discusión.
En tanto método de discusión, de conocimiento, la dialéctica puede ser enseñada. Ahora bien,
Platón opina que no hay que enseñarla demasiado pronto, que los jóvenes pueden aprenderla y darle un mal uso. El mal uso de la dialéctica consiste en proceder a la crítica y permanecer en el momento destructor o negativo. En la medida en que la filosofía se propone como un pensamiento crítico, capaz de destruir creencias y evidencias,
Platón es de la opinión de que la dialéctica, la filosofía, sólo debe enseñarse cuando una persona, no sólo es capaz de destruir creencias, sino que además puede encontrar verdades (según
Platón, a partir de los 35 años: quienes están en contra de la enseñanza de la filosofía en el bachillerato utilizan estos mismos argumentos).
Con
Marx, la dialéctica salta a la realidad. La afirmación marxista de que la realidad histórica es dialéctica, que avanza dialécticamente, significa que los tres momentos por los que pasa una argumentación dialéctica se convierten ahora en tres momentos históricos concatenados: una sociedad establecida es la tesis; sus contradicciones son la antítesis; la nueva sociedad que sale de la lucha entre quienes sostienen la sociedad establecida y sus contradictores es la síntesis. La sociedad resultante llevará en sí misma de nuevo las contradicciones que la harán desaparecer.
Según el marxismo, el pensamiento dialéctico sirve para analizar la realidad porque la realidad es dialéctica. Creo que no hace falta estar de acuerdo con esta afirmación de
Marx y que, independientemente de creer o no que la historia avanza según un esquema dialéctico, el razonamiento dialéctico sirve para conocer la realidad.
Y finalmente tiene que quedar claro que quienes sostienen, en un momento determinado, que hay que pasar a la dialéctica de las armas, lo que de verdad piensan es que no es posible seguir con el diálogo, es decir con la dialéctica. Son los enemigos del pensamiento.
Maite Larrauri,
Para todos filosofía (19): "La dialéctica", fronteraD, 10/06/2015