La comunicación digital hace que se erosione fuertemente la comunidad, el nosotros. Destruye el espacio público y agudiza el aislamiento del hombre. Lo que domina la comunicación digital no es el «amor al prójimo», sino el narcisismo. La técnica digital no es una «tánica del amor al prójimo». Se muestra como una máquina narcisista del ego. (Del sujeto al proyecto, 32)
Byung-Chul Han, En el enjambre, Herder, Barna 2014