La oposición
oíkos-pólis estará en juego en gran parte de las grandes teorías políticas.
Hobbes, que no en vano representa el fin del aristotelismo político, consecuentemente con su monarquismo afirmará la identidad de naturaleza de los poderes de la familia y del Estado, el poder es uno, y se ejerce de modo instrumental, al servicio de un mero sobrevivir, de garantizar la seguridad. Esa pérdida de especificidad de las categorías políticas se encuentra, con un enfoque distinto, en su coetáneo R. Filmer. A uno y otro se opondrá
J. Locke, que, siguiendo en este punto la influencia republicana, señalará la diferencia esencial entre el poder «natural» de la familia, de carácter paternal, el poder despótico, que se cierne sobre la vida misma del individuo, y el poder político, que exige acuerdo, consentimiento, convenio. Con todo,
Locke sigue proyectando sobre la
pólis elementos del
oíkos al introducir un cambio extraordinariamente significativo en la definición del sujeto político pues ya no lo hará por referencia al lugar del
lógos en el individuo, sino en relación a la propiedad. Los niños quedan excluidos porque aún no están en condiciones de cuidar de su propiedad, por lo que se justifica el poder paternal; y el poder despótico se justificaría porque los derrotados perderían todo derecho de propiedad. El poder político es el resultado del
lógos de propietarios para la seguridad de sus bienes.
Si bien se observa la historia, las luchas sociales, en buena parte, no han consistido sino en un combate en contra del poder en el
oíkos, tanto en su sentido restringido como amplio, y contra su proyección en la política. La esclavitud cuestionada por
Rousseau y abolida por Robespierre; las luchas de las «clases domésticas», de siervos y trabajadores por romper con la «loi de famille», de la que hablaba
Montesquieu, e ingresar en una ciudadanía plena; el feminismo; o el cuestionamiento del viejo régimen en el interior de la empresa. Ver el magnífico libro de
A. Domènech:
El eclipse de la fraternidad, Crítica, Barcelona, 2004
nota 21 de
Jorge Álvarez Yagüez,
La categoría de política. Aclaraciones desde la perspectiva de un clásico republicano, Isegoría nº 39, julio-diciembre 2008, pàgs. 311-333