Pingeland es un atolón de Micronesia cuya naturaleza juega con todos los tonos de verdes y azules imaginables. Pero esta imagen es un ejercicio de fantasía conseguido con cámara infrarroja que nos traslada a una historia real que parece un cuento. A finales del siglo XVIII, un tifón barrió la isla y acabó con la mayor parte de su población. El rey, que tenía un gen que causa daltonismo, fue uno de los supervivientes y el padre de muchos hijos que, con el paso del tiempo, transmitieron su herencia genética a habitantes de esta localidad aislada, donde la mayoría sufren visión pobre y son incapaces de distinguir los colores. La fotografía nos lleva a imaginar cómo perciben ellos su paraíso.
Pingeland, la isla de los daltónicos, El País semanal 28/11/2016