Por todo esto, Jan-Werner Müller ha escrito que el populismo es "tendencialmente antidemocrático": porque la realización de sus principios básicos es incompatible con una democracia moderna que es representativa y pluralista. Eso no quiere decir que el populismo sea indefendible. Perdo adherirse a él implica apostar por una concepción afectiva del vínculo social, que impugna el racionalismo liberal y sus instituciones en nombre de una alternativa que, de momento, no puede exhibir una cuenta de resultados demasiado edificante.
Manuel Arias Maldonado, Manual de populismo aplicado, The Objective 10/04/2017 [theobjective.com]