Imaginemos un paciente amnésico. Una lesión o una enfermedad impiden a su cerebro recuperar los recuerdos del pasado (amnesia retrógrada) o incluso formar nuevas memorias del presente (amnesia anterógrada). Una interfaz mente/máquina lo bastante avanzada podría conectar su malogrado cerebro a un dispositivo de memoria externo. La máquina formaría las nuevas memorias y las dejaría a su disposición en el futuro, como está haciendo mi ordenador mientras escribo esto. Y si esto funciona en pacientes, ¿por qué no los vamos a usar los demás para insertarnos la Wikipedia dentro del cráneo?
Javier Sampedro,
Neuralink, El País 27/04/2017
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