Probablemente la escena más importante de
Desafío total (1990) y de
Matrix (1999) sea aquella en la que su protagonista decide o no tomar una pastilla roja que, se supone, le hará despertar en la “Realidad Verdadera”. Más allá de las influencias habituales del género, existen tantos paralelismos entre ambas películas que creo justo hablar de reescritura. Pongan en diálogo las dos escenas de la pastilla roja y verán las deudas y desplazamientos entre ambas películas. No pretendo acusar a nadie de plagio, y les prometo que este reseñista no es otro hater armado de referencias cinéfilas con las que atacar la originalidad de cada éxito cinematográfico. Ocurre sin embargo que
Desafío total y
Matrix marcaron el comienzo y el final de la década en que nació mi generación y que los desplazamientos de una película a otra muestran estupendamente algunos rasgos preocupantes de cómo hemos entrado en el nuevo milenio, en el panorama cinematográfico y fuera de él. Ocurre también que
Desafío total es una de mis películas favoritas y una guía acerca de cómo conciliar la complejidad conceptual, las ambiciones estéticas y el compromiso político con la atención que merece el amplio público. Y además es increíblemente divertida. Así que me descoloca y preocupa un tanto cómo fue reformulada nueve años más tarde, marcando una tendencia que puede rastrearse,
Origen (2010) mediante, hasta la reciente
Doctor Extraño (2016).
Alberto Hernando,
De 'desafío Total' a 'Matrix': realidad, futuros, pastillas y qué pasó de verdad en los 90, caninomag/el diario.es 14/05/2017
[www.caninomag.es]