Una de las grandes paradojas de la teoría política es que las democracias no pueden originarse en un acto democrático. ¿Cómo se constituye un censo sin un censo previo? Es imposible: establece un censo quien tiene poder para ello.
Las leyes no son sólo leyes, sino el resultado de un proceso político; uno conducido con arreglo a procedimientos democráticos en respeto de las garantías constitucionales. Y por eso son legítimas. ¿Se pueden cambiar? ¡Faltaría más! Para eso está la política. Pero sin saltarse esos procedimientos ni vulnerar esas garantías: para eso está la democracia.
Manuel Arias Maldonado,
Los leguleyos, el mundo.es 02/09/2017
[www.elmundo.es]