Supongamos que en un futuro próximo el mundo se ha unificado políticamente, de modo que toda la población vota a un presidente mundial. Tenemos dos candidatos:
a) Un ciudadano cualquiera del que no sabemos nada de sus genes.
b) Un ciudadano que fue modificado genéticamente para ser muy inteligente y voluntarioso, a parte de bondadoso, generoso, idealista, honesto…
¿A cuál votaríamos? ¿Con cuál sería más probable que el mundo fuese mejor? Y podríamos añadir una tercera opción:
c) Una inteligencia artificial con capacidades cognitivas sobrehumanas programada para buscar el bien y la felicidad del ser humano, y para ser totalmente incapaz de hacer daño a nadie.
Santiago Sánchez-Migallón Jiménez,
El error tecnófobo, La máquina de von Neumann 14/08/2017
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