En el ecosistema virtual prolifera una especie de parásito. Se sabe que hay millones de ellos en todas las redes sociales. Su ADN se compone de fórmulas matemáticas. Es difícil rastrear quién los inyecta en el sistema. Parecen humanos porque han aprendido a interactuar como ellos, pero son robots programados. Su nombre oficial es
bots sociales, popularmente conocidos como usuarios fantasma o perfiles falsos. Son los principales propagadores en Twitter.
“Es significativamente más probable que las cuentas que activamente difunden desinformación sean
bots. Este descubrimiento indica que quizá una buena estrategia para mitigar la propagación de noticias falsas en Internet sea contener a estos bots sociales”, concluye el estudio de C. Shao, G.L. Ciampaglia, O. Varol, A. Flammini y F. Menczer.
Rebeca Gimeno,
Noticias falsas: un asunto de robots, El País Retina 22/09/2017
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