No es posible contradecir, o sea, enunciar proposiciones contradictorias sobre un mismo asunto, pues si dos interlocutores
hablan de la misma cosa, no pueden por menos de
decir la misma cosa, y si dicen cosas diferentes es que no hablan de la misma cosa.No es posible mentir o equivocarse, pues hablar significa siempre decir algo, o sea, algo que es, y lo que no es nadie puede decirlo; no hay, pues, término medio entre “no decir nada” y “decir verdad”. El principio común de esos dos argumentos se expresa con mucha claridad en un texto que nos transmite
Proclo: “Todo discurso, dice
Antístenes, está en lo cierto; pues quien habla dice algo, pero quien dice algo dice el ser, y quien dice el ser está en lo cierto. (
Proclo,
in Cratylum, 429 b, cap-37) 15.0 96 Normal 0 21 false false false ES-TRAD X-NONE X-NONE /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-priority:99; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin-top:0cm; mso-para-margin-right:0cm; mso-para-margin-bottom:10.0pt; mso-para-margin-left:0cm; text-align:justify; line-height:115%; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:Calibri; mso-ascii-font-family:Calibri; mso-ascii-theme-font:minor-latin; mso-hansi-font-family:Calibri; mso-hansi-theme-font:minor-latin; mso-fareast-language:EN-US;}
Antístenes sólo quiere emplear el verbo
legein en su uso transitivo: hablar no es hablar de, lo que implicaría una referencia problemática o algo más allá de la palabra, sino decir algo, ahora bien, ese algo que se dice, necesariamente se dice del ser, puesto que el no-ser no es; así pues, ni siquiera basta con hablar de una relación transitiva entre la palabra y el ser, pues no hay paso de una a otra, sino más bien adherencia natural e indivisible que no deja lugar alguno a la contradicción, la mentira o el error. (98-99) 15.0 96 Normal 0 21 false false false ES-TRAD X-NONE X-NONE /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-priority:99; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin-top:0cm; mso-para-margin-right:0cm; mso-para-margin-bottom:10.0pt; mso-para-margin-left:0cm; text-align:justify; line-height:115%; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:Calibri; mso-ascii-font-family:Calibri; mso-ascii-theme-font:minor-latin; mso-hansi-font-family:Calibri; mso-hansi-theme-font:minor-latin; mso-fareast-language:EN-US;}
Pierre Aubenque,
El problema del ser en Aristóteles, Taurus Ediciones, Madrid 1984