Si miramos los referentes del presidente, encontramos pensadores que, sin ser exactamente liberales, se mueven en otro terreno que el de la tradición iliberal. Destaca
Ricoeur, uno de los grandes filósofos contemporáneos en Francia, fallecido en 2005.
Macron trabajó para él como ayudante cuando era estudiante, y
Ricoeur le dedica una amable mención en el prólogo de uno de sus últimos libros,
La mémoire, l’histoire, l’oubli (
La memoria, la historia, el olvido). “Emmanuel Macron”, se lee, “a quien debo una crítica pertinente de la escritura y la puesta en forma del aparato crítico de esta obra”. Cuando
Ricoeur confiesa en el libro que se siente “perturbado por el inquietante espectáculo que ofrecen la excesiva memoria por aquí, el excesivo olvido por allí, por no decir nada de la influencia de las conmemoraciones y los abusos de la memoria y el olvido”, es inevitable pensar en los ejercicios de memoria histórica del presidente sobre el régimen de Vichy o la guerra de Argelia. El presidente también se sitúa intelectualmente cerca del grupo de la revista Esprit, fundada en 1932 por el católico
Emmanuel Mounier, a la que
Ricoeur estuvo vinculado, y en la que él mismo colaboró.
Marc Bassets,
Francia: gran batalla intelectual en la era de Macron, Babelia. El País 07/10/2017
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