Es difícil ser la mayoría. Cuando eres mayoría, por fuerza te planteas qué haces con el resto. Cuando se es mayoría, supongo, es preciso recordar que, para según qué tramos, nunca se es mayoría. El 40%, en fin, no puede decidir nunca la vida del resto. No sé cual es el porcentaje necesario. Y sí, es un drama. Pero tal vez es el drama menos dramático de entre todos los dramas posibles.
Guillem Martínez, Sobre las mayorías,
ctxt.es 08/10/2017
[ctxt.es]