Yo cuento historias. El efecto de su trabajo en mí ha sido hacerme más escéptico de lo que soy sobre las historias. Eso no significa que las historias siempre sean falsas. Significa que tienes que estar siempre alerta sobre las formas en que pueden ser falsas y cómo tu mente te está empujando a hilar una serie de datos para convertirlos en una narrativa coherente, posiblemente a costa de la verdad. Todavía puede haber historias verdaderas, pero tienes que ser consciente de cuántas historias falsas pueden sonar bien. Hay que estar alerta ante las historias simples y fáciles, por ejemplo en política, porque con frecuencia son falsas.
La típica respuesta humana sobre la incertidumbre se ve claramente en los deportes. Después de que un equipo ha ganado y el otro ha perdido, independientemente de cómo haya sucedido, la gente empieza a crear narrativas para explicarlo. Escuchándoles, lo que ha sucedido parece previsible, aunque antes de que pasase fuesen incapaces de predecir el resultado. Creo que como especie estamos mejorando en la tolerancia a la incertidumbre, pero necesitamos mejorar más rápido.
Son historias que la gente cuenta con información parcial. Hay algo que siempre he pensado sobre la historia. La idea de que cuanto más lejos te encuentres de un suceso mejor lo entiendes, como periodista, tienes que admitir que suena falsa. Sabes como yo que el mejor entendimiento que puedes tener es si estás en la habitación cuando pasa algo y lo puedes grabar y hacer preguntas a los presentes. Lo que pasa con el tiempo es que la información se erosiona y acabas teniendo menos testigos vivos de lo que ha sucedido, y pronto todo el mundo está muerto y nadie puede discutir tu relato. Entonces puedes crear una historia perfecta y sin contradicciones, porque puedes trabajar con menos información.
... hay una tendencia en parte de la historia que nos muestra que las historias son peligrosas, que te permiten hacer sentir como si has entendido algo mejor de lo que lo haces en realidad. Y eliminan el azar y la incertidumbre. Una de las cosas que hace la historia es explicar sucesos como si, sabiendo todo lo que sabe el historiador ahora, podría haber predicho lo que pasó. Pero la verdad es que hay una gran cantidad de azar en la vida y gran parte de lo que sucedió en la historia y sucede en nuestra vida es impredecible.
Daniel Mediavilla, entrevista a
Michel Lewis: "
Los expertos se equivocan sistemáticamente", El País 29/04/2017
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