El filósofo norteamericano
Harry Frankfurt, una iluminadora inteligencia que solo disfrutamos una minoría de aficionados a la filosofía analítica de la acción, publicó en 2005 un panfletillo que, sorprendentemente, se convirtió en un bestseller:
On Bullshit, (sobre la charlatanería). "Bullshit" es una expresión coloquial del inglés americano bastante intraducible, pues incluso charlatanería no capta todos los matices, pero aún así entendemos bien lo que significa en su núcleo central (y, claro, su traducción literal, "caca de vaca" tampoco). Charlatán es el que suelta la lengua sin importarle demasiado la corrección o la verdad de lo que dice. Charlatán es el que saca beneficio del tiempo de la brasa que da, de la atracción de la atención que suscita, de la ocupación del tiempo de la vida de los otros.
Y aquí encontramos la clave para entender el funcionamiento de la posverdad en la sociedad contemporánea. Es, sin más, el uso estratégico de la indiferencia a la verdad, a los datos contrastados y a los hechos como instrumento político, económico y social. La posverdad es la industria y manufactoría de los mensajes que producen reacciones emocionales que son independientes de su relación con la realidad. Todo entra en la olla: teorías de la conspiración, cotilleos, susurros, maledicencias, calentones,..., cualquier pronunciamiento que genere atención colectiva al mensaje y pereza por la comprobación de su verdad o verosimilitud.
Uno puede hacer una crítica moralista, e incluso política, de la posverdad, pero me parece mucho más interesante realizar una crítica materialista. Lo cierto es que todo comenzó con las dinámicas económicas del nuevo capitalismo del "deprisa, deprisa", "corre", "emprende", "tú puedes", etc., Es decir, del capitalismo de los recortes que primero fueron económicos y luego mentales. Así, los grandes medios de comunicación, aspirantes a ser los educadores hegemónicos del mundo contemporáneo, por razones de las derivas del capitalismo financiero y, sobre todo, por las transformaciones tecnológicas y la importancia de las redes sociales, comenzaron a ser poco rentables. ¿Dónde recortar? La primera víctima de la guerra es la verdad.
Fernando Broncano,
El circo y el círculo de la posverdad,
ctxt.es 07/02/2018
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