Hay que señalar que el éxito de una creencia súper-replicadora no tiene nada que ver con que sea cierta o no sino con su capacidad de transmisión.
Uno de los ejemplos que pone Daniel Gilbert es la creencia ampliamente difundida en nuestra sociedad (A) de que tener hijos nos hace felices. Algunas investigaciones sugieren que la realidad es más bien la contraria (B), que la gente que no está criando hijos es más feliz. Pero una sociedad que creyera B, que no tener hijos da más felicidad (o que tener hijos es malo moralmente como parece que está empezando a ocurrir con los antinatalistas), y actuara en consecuencia, sería superada por una sociedad que creyera A. La sociedad que creyera B desaparecería.
Pablo Malo,
Creencias súper-replicadoras y suicidio, Evolución y Neurociencias 04/03/2018
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