Porque la verdad existe, dice
Hannah Arendt. O, mejor dicho, las verdades, que dividía en dos tipos: la de la razón y la de los hechos, la verdad “real”. La precursora del
fact check –la verificación de los hechos– y el análisis de esa postverdad tan de moda ahora. Porque, preocupaba a la pensadora, la falsificación se está creyendo. Y ahí radica el problema más que en la mentira en sí: en que esta sea creída. “Las mentiras resultan a veces mucho más plausibles, mucho más atractivas a la razón, que la realidad, dado que el que miente tiene la gran ventaja de conocer de antemano lo que su audiencia desea o espera oír. Ha preparado su relato para el consumo público con el cuidado de hacerlo verosímil mientras que la realidad tiene la desconcertante costumbre de enfrentarnos con lo inesperado, con aquello para lo que no estamos preparados”, dijo
Arendt.
Amalia Mosquera,
Hannah Arendt, destripando el mal, filosofia6co. 30/05/2018
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