Nietzsche habla del nihilismo como algo paradójico, como una crisis de la sociedad europea que es a la vez un peligro y una oportunidad. Para
Nietzsche el nihilismo es consecuencia de la propia lógica de la voluntad de verdad iniciada por el platonismo. La sociedad cristiana, continuadora del platonismo, acabará cuestionando sus creencias y valores y acabará negando la existencia de los valores absolutos (Bien, Verdad, Belleza) orientados hacia la promesa de Otro Mundo. Es lo que llama la Muerte de Dios. Lo que ocurre es que una sociedad que ha dado sentido a este mundo en función de Otro, al dejar de creer en este otro se vuelve nihilista. Es decir que considera que si no hay Otro mundo que de sentido a este, entonces no tiene valor. Delante de esta situación
Nietzsche considera que si se consolida este nihilismo pasamos a la negación de la voluntad de vivir, al último hombre que se conforma con vivir a mínimos y evitar el valor, porque no valora la vida. Frente a esto
Nietzsche se convierte en profeta del super-hombre, aquel que debe crear sus propios valores.
Luis Roca Jusmet,
Sobre el nihilismo, Materiales para pensar 28/10/2018
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