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Nietzsche se le ha usado para jalear a fascistas y anarquistas; con sentencias fuera de contexto es fácil cortar un traje nietzscheano a la medida de cada ideología. Pero con sus luces y sombras, muchas de las ideas “políticas” que defendió o esbozó serían hoy practicables y deseables: véase su teoría del “buen europeo” o su antinacionalismo.
Luis Fernando Moreno Claros,
Nietzsche, el pensador que no cesa, Babelia. El País 26/04/2019
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