... ninguna inteligencia artificial puede reemplazar lo que hacen los humanos, que es el arte de resolver los problemas de forma creativa. El cerebro y los ordenadores se diferencian en algo fundamental: las personas se plantean preguntas y los ordenadores dan respuestas. Los ordenadores siguen reglas, pero las personas pueden modificar esas reglas.
Cuando se trata de resolver problemas de manera rápida y eficiente, es decir, de manera inteligente, las computadoras a menudo son tan buenas como los humanos. Pero la capacidad de enfocar los problemas de una manera distinta, eso solo lo pueden hacer los cerebros. Nosotros somos no solo más inteligentes, sino más creativos. Nos comunicamos con los demás e intercambiamos nuestros puntos de vista. Un algoritmo nunca hace eso porque un ordenador siempre busca similitudes y correlaciones.
Los algoritmos funcionan muy bien porque a la gente le encantan los patrones de pensamiento y las rutinas. Los modelos de negocios de las empresas más valiosas funcionan tan bien porque es muy conveniente mantener los hábitos de las personas. Facebook, Amazon y Google solo me muestran lo que es mejor para mí y eso es cómodo, pero aburrido a la larga. Si los lunes, martes, miércoles y jueves me como una hamburguesa, el algoritmo de Amazon me va a proponer: “oh, cómo te gustan las hamburguesas, prueba una hamburguesa este viernes“. Pero le garantizo que después de cuatro días comiendo hamburguesas ya no tengo ganas de ninguna más. Conclusión: cuanto más confiemos en los algoritmos, menos variadas serán nuestras vidas.
El cerebro es muy malo calculando. Y cuanto menos se utilice para calcular, peor funciona. Con un poco de ejercicio se puede mejorar, pero nunca será tan bueno como una calculadora. Sin embargo, eso tampoco es tan necesario. Mucho más importante que calcular a toda velocidad es entender lo que se está calculando. Por tanto, los datos y números no son tan importantes como el conocimiento y el pensamiento. El símbolo ☺ se diferencia de ☹ solo en un tercio de sus datos, sin embargo el significado para nosotros es completamente diferente
En el cerebro no hay ningún tipo de decisión que sea racional. Las emociones juegan siempre un gran papel. El cerebro sopesa hechos objetivos con sentimientos subjetivos. Pero mucho más importante que encontrar la mejor decisión objetivamente es el hecho de decidir en sí y después asumir la responsabilidad de esa decisión.
El propósito de la memoria no es reflejar el pasado de forma perfecta sino ayudar a planear el futuro. Las regiones cerebrales que falsean nuestros recuerdos son las mismas que nos ayudan a idear nuestro futuro. Por supuesto a veces es importante ser preciso en el recuerdo del pasado, aunque es mucho más importante poder interactuar con otros y desarrollar cosas nuevas. Y esto solo es posible si se piensa de forma colectiva sobre un hecho y nadie se aferra al pasado.
Los cerebros de los animales también tienen debilidades y no son perfectos. Solo el cerebro de las personas está tan evolucionado como para que puedan aprender de sus errores. Y es precisamente este “error del pensamiento” lo que nos diferencia de los animales y de los algoritmos perfectos.
Paula Corroto, Entrevista a
Henning Beck:
"Ninguna inteligencia artificial puede reemplazar lo que hacn los humanos", Letras Libres 17/06/2019
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