Escrito por Luis Roca Jusmet
Escrito por Luis Roca Jusmet
Jean François Billeter es un filósofo y sinólogo suizo, nacido en 1939, con una obra muy fecunda y sugerente. Desgraciadamente solo se ha traducido al castellano un pequeño libro, editado por Siruela el año 2003 y traducido de forma excelente por Anne-Helène Suárez Girard. El texto original es del año anterior y su título es
Lecciones sobre Zhuangzi : aquí se ha publicado como
Cuatro lecturas de Zhuangzi. Más allá del análisis de los textos de Zhuangzi, que tienen un indudable valor, se plantean dos cuestiones de indudable interés. En primer lugar su definición de filósofo; en segundo lugar su método para abordar y hacer accesible a los occidentales contemporáneos un texto muy antiguo y de una lengua tan diferente como la China. Billeter da una definición de filosofía que me parece muy muy precisa : " Filósofo es un hombre que piensa por sí mismo, tomando como objeto de su pensamiento la experiencia que tiene de sí mismo, de los demás y del mundo ; que se informa de lo que piensan o de lo pensaron antes de él los demás filósofos ; que es consciente de las trampas que utiliza el lenguaje y, en consecuencia, lo utiliza de una manera crítica."Me parece, insisto, una definición estupenda. Tanto por su sencillez como por su carácter integrador. Hay que reivindicar la claridad y el rigor en filosofía. Hay que buscar planteamientos que no sean excluyentes ni sectarios.Analicemos los diferentes aspectos :
El filósofo es un hombre que piensa por sí mismo. Imprescindible. El filósofo no repite ni comenta lo que han dicho otros. Esto es escolástica, no filosofía. El filósofo piensa por sí mismo pero partiendo de lo que han penado otros. Esto es lo que hace Billeter con Zhuangzi : relacionarse con él con un igual no como un maestro. Billeter busca una experiencia común. Esto es lo que le diferencia dede los que buscan en el otro lo diferente.
El objeto de la filosofía es la experiencia : con respecto a uno mismo, a los demás y el mundo. El filósofo es intersubjetivo, no pretende ser objetivo como el científico. Habla desde su experiencia, no desde métodos objetivos. Billeter nos explica con precisión lo que entiende por experiencia : es el sustrato familiar de nuestras experiencias conscientes. Pero no es subjetivo porque busca a partir de ello lo común, lo compartido.
El filósofo se sitúa en la tradición filosófica. No parte de cero, sino siempre de una lectura de filósofos anteriores. Pero para Billeter no sería exclusivamente la tradición filosófica occidental sino la universal. Pero esto no es el "pensamiento heredado", el imaginario constituido de la sociedad ( según la expresión que recoge de Castoriadis). La filosofía es siempre crítica, no es una aceptación de la ideología transmitida, que siempre se cuestiona.
El filósofo analiza el lenguaje y a través de él sus significados. Esto no quiere decir que Billeter se sitúe en la filosofía analítica anglosajona. Es suficientemente amplio de miras como para integrar en sus planteamientos a filósofos que no tienen nada que ver con ella, como Nietzsche, Heidegger y Foucault. La segunda cuestión importante es la del método de traducción de Zhungzi. Billeter quiere ir directamente al texto y a su sentido. Pero para Intentar traducir cada ideograma en palabras que signifiquen conceptos que formen parte de nuestra experiencia, recogiendo así lo que hay de común. Olvidarse de los comentarios posteriores, sobre todo los de los propios chinos, que lo enmarcan en lo que llaman el taoismo. Billeter no está de acuerdo. En primer lugar porque considera que el taoismo es una palabra ambigua que tiene muchos sentidos y que ninguno se corresponde con lo que dice este filósofo. Considera, por el contrario, que hay influencias claras de Confucio y muchas diferencias con Laozi. Por ejemplo, Zhuangzi es un hombre libre que cuestionaba las convenciones y al poder. Laozi, en cambio, justifica al Emperador como origen y motor de todas las cosas.
Pasamos al análisis de Zhuangzi. Otra cuestión interesante es como relaciona a Zhuangzi con Wittgenstein, Spinoza y Montaigne. Con el primero lo relaciona en el sentido de que para ambos la filosofía no es explicativa sino descriptiva : nos dice "como funcionan las cosas" que forman parte de nuestra experiencia. El acto filosófico máximo es describir, sobre todo cuando nos referimos a nuestra experiencia elemental, más cercana. Zhuangzi habla de lo que Billeter nombra "regímenes de actividad". Al contrario del fenomenólogo, que describe lo que observamos lo que quiere hace es describir lo que hacemos. Hay también una coincidencia con Spinoza : lo más importante no es lo intencional, sino el curso natural y necesario de las cosas. El libre albedrío es una ilusión. Esto coincide entonces con Montaigne : nuestro cuerpo es lo importante. La conciencia es superficial, es el cuerpo el que sabe.
Hay en Zhuangzi un paradigma interesante de subjetividad. Lo subjetivo está marcado por el vacío, que es el que evita la repetición, la rigidez y la locura. Hay que ir y volver al vacío porque nos nutre y nos libera. La subjetividad es entonces este ir y venir entre el vacío y las cosas. Otra idea muy sugerente es la de cuerpo, concepción que va más allá del dualismo y del monismo. Su definición es muy precisa : una estructura dinámica formado por capacidades, recursos y fuerzas. Zhuangzi es un pensador libre, inclasificable, del que podemos aprender mucho hoy, esta es la conclusión de Billeter. Para ello nos invita a esta lectura. Yo hago lo mismo con el breve, denso y rico libro de Billeter, que es una pequeña joya.